- B I E N V E N I D O S -



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lunes, 23 de diciembre de 2019

Como el Batman de Nolan

He experimentado los cambios, los extremos, a pesar de dirigirme siempre al centro.
Sin ganas ya de rimar sino de escribir a corazón abierto,
cosa que he pospuesto,
pero sigo en esto y quizás sin quererlo.
Me pierdo en pensares,
pensares que no me dejan disfrutar el momento,
y haciendo mientras siento que pierdo el tiempo, voy perdiendo el tiempo.

Pasé de estar al sol de ese rincón glorioso y alto vislumbrando el cielo,
a estar encerrado sin luz, ni aire, y lejos aquí abajo.
No quiero estar aquí abajo.

¿Debo purgar?
¿Es necesario el hecho de desechar estas lagrimas de Superheroe para volver al punto donde realmente me encuentro a mi mismo?, ¿O será sólo ansiedad por estar en esta cueva, como el Batman de Nolan, sin salvar a nadie más que a mi sed de venganza?,
¿O en la escasa diferencia que genera esa lujosa mansión gigante llena de luz pero sin nadie más,
cegado por el pasado,
usando como excusa el limpiar una ciudad que no me pertenece,
frente al tenue brillo de mi pantalla sin poder ver aquello que realmente es mi éxito?.

Y vuelvo de pronto a compararme, a competir, a corregirme… A entrenarme para bien volver.
Vuelvo de pronto al punto donde comencé; a verme niño, pequeño, indefenso, hasta débil.
¿Será quizás solo el Universo mismo poniéndome a prueba?, 
¿Será la naturaleza fractal y sus patrones que me obligan a sanar desde el fondo más profundo?.
¿Será que cada camino, sin importar cual sea, conlleva sentir un equilibrio perdido, como cada poder una responsabilidad?

Intento comprender, trabajo para hacerlo, pero aquello que siento como una bendición al día siguiente desaparece y no se si es así que deba funcionar todo.
Me acabo, me gasto...
Intento saber que es lo correcto, mientras proyecto mi energía y aprendizaje para intentar sembrar una pequeña gota de luz en los otros como ejercicio de aquello que siento como base; el dar sin pedir a cambio.
Pero yo no debiese vaciarme, ni debiese olvidarme, y se que quizás yo lo creo así y lo hago así porque quizás pido más de lo que creo, pero realmente no es... Quizás solo es un trabajo de constancia.

Yo no debiese sentir lo que siento, debiese poder transformarlo para continuar.
No debiese estar tan perdido mientras los otros me hayan,
ser tan débil mientras me ven poderoso.
Y entre más me lleno más siento que falta algo, más siento que me pierdo, o que corro detrás de la zanahoria que cuelga desde una varilla en mis hombros… ¿Dónde quieres llegar?
Pero se viene a mi la palabra confianza. Se viene a mi con fuerza y la dejo entrar sin pensar.

Debo confiar, debo confiar.
Confía en que el Universo trae cosas grandes para mi,
que todo pequeño paso que de tiene un fin,
que debo mirar hacia delante y que debo poder estar lo suficientemente despierto para poder ver.
Apreciar aquellos detalles que son tan esenciales y que significan tanto, y que por estar llorando vi borrosos. Abrazar aquel ínfimo placer que será infinito, a menos que ese perdido pensar confuso de aquello que no existe, agarre mis brazos en una llave de Judo y no me permita tan siquiera palparlo en este presente, donde debo más que nada saber quien soy.

Quizás siempre debí mantener ese enfoque,
el de entregar algo para las personas,
pero siempre todo salió de mi. Incluso la alegría y energía de lo actual,
incluso la pena de las canciones antiguas,
incluso mis archienemigos,
incluso el dolor o el odio mismo que me llenó por completo, y que realmente hace tiempo no siento, porque lo de hoy es confusión sobre la confianza, no un sentimiento sino un enfoque,
porque todo está correcto, todo esta bien, todo está "copa", y como dice Facundo, solo estoy perdido.

Debo confiar, debo confiar,
y debo agradecer, porque estoy aquí,
solo pero repleto, vacío pero completo,
y listo para llenarme de aquello que ahora puedo permitir volver a dejar entrar.
Sólo debo confiar.
Seguir caminando, seguir aprendiendo a ser un Héroe.
Confiar, agradecer y luchar.