- B I E N V E N I D O S -



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miércoles, 24 de agosto de 2011

TIEMPOS SIN MI

Tu, no se si estás ahí arriba.
No se si me cree yo mismo, o tu me creaste del barro, o hastiado de tanto formar bestias con tus manos sucias bastaste todo tu material y me creaste de tu propia mierda divina solo por que se parecía en color y textura.

Fui el último.

Pero me diste paciencia. Y una dosis similar de rabia y pena.

Tengo tanta paciencia que a veces dejo de buscar la formula para subirle el volumen al silencio donde estoy.

Tengo tanta rabia que me muero de frío en invierno por romper a puñetazos los cristales de mis ventanas.

Tengo tanta pena que hasta mis lágrimas lloran lágrimas.

Pero no se si me diste suficiente, o me diste demasiado poco. No se si lo que no me diste me lo di yo mismo.
No se si debiera estar bien con eso poco que tengo o sentirme mal por lo mucho que tengo y lo tanto que lo desprecio.

Pero soy el último.

Me alejé del resto pero no pude alejarme de la suma de mi mismo.
Esa voz constante, errática, dislexica, tonta, cruda, vulgar, puta, perra y conchadesumadre.

No pude retraerme de la sinceridad bajo los lagrimales, los que jamás logré controlar y quedaron estancados por la fuerza del dolor.

Y converso con una prostituta que dícese virgen de cuerpo.
Pero violada por el tiempo.
Y ahí pienso, que luego de pensar quizás halla más.
Y que al sacarme esta tenida de alegría plástica, voy a encontrar la manera de pelear con un solo pulmón antes de abrir la puerta de la pradera de la muerte como Máximo frente a la pena innata.

Y ahí me reiré, de verdad.
La roca sólida atorada en mi pupila se caerá sobre tu cabeza.
Te callarás hijo de puta.
Te callarás.

Trasformaré en defectos mis virtudes y seré la creación más digna del odio.
Y las horas en que no me viste adquirirán sentido.
Me creíste muerto por que estuve muerto en ese trayecto,
y te darás cuenta fuiste exactamente lo que pensaste;
Tu, tu, usted, a ti, a vó, ella, el, ellos...

Coceré tus encías apretando tu lengua asquerosa con tus dientes cochinos.
Crearé la justicia que no existe.
Y tacharé en mi lista el matarte después de terminar de morirme.

Y al finalizar me haré aún más adicto a vivir esta vida auto limitada,
y mucho más allá de ser el último en acostarme.
Me reiré.

Seré el último.