Tengo 50 años, y estuve harto tiempo en el ejército. En mis tiempos de juventud era cuestión de verdaderos hombres, los pelados encargados de instruir nos hacían pebre para que endureciéramos y fuéramos los mejores soldados, no como hoy en día.
Recuerdo que salíamos a campamento con unas mochilas pesadas llenas de instrumentos y cachivaches, a veces nos hacían cargar piedras en los bolsos en vez de ropa para abrigarnos y armas en vez de comida. Para aprender de supervivencia nos hacían comer caca, bichos vivos, serpientes asadas en fogatas, conejos, algunas cortezas de árbol y beber nuestra propia orina.
Recuerdo que una vez un camarada no quiso comerse una tarántula viva por que le tenía fobia, su castigo no fue tan severo pero fue tildado de marica hasta que no lo vimos más, de hecho el sargento dijo: “esta fila de acá es de hombres, y acá que hagan una fila los maracos” Y siempre que salíamos el corría solo al lado de nuestra fila.
Para endurecernos psicológicamente nos hacían matar cruelmente tanto animales salvajes como mascotas (perros y gatos), muchas veces estos últimos eran cachorros.
Una vez, desobedecí una orden del coronel (ese viejo zorro nunca me agradó), así que lo mandé a la mierda. A parte de golpearme desde la cabeza hasta en los testículos, el muy puto me hizo comer un mojón de caballo, fue tan asqueroso que vomité varias veces y aún así, me hizo comer la mierda con mi propio vomito sobre ella. Realmente repugnante. Y para rematar, me hizo dormir enterrado hasta el cuello.
Y aquí estoy, vivo y pleno. Ahora soy un hombre de bien, correcto y educado. Vivo en completa paz, ya que conozco lo que es vivir en guerra. Esas situaciones me enseñaron mucho, pero no son nada comparado a lo que me dijo el sargento cuando estaba intentando cavar ese hoyo en el que dormí:
“No ocupes palas, ocupa tus manos. Destrózate las uñas si es necesario. Se que piensas que es imposible, imposible es hacer que una mujer fecunde y que un hombre engendre. Para un ser humano inteligente, creativo, fuerte y capaz nada es imposible. NADA ES IMPOSIBLE”
No hay comentarios:
Publicar un comentario