Pensé.
¿Por que le escribo tanto a un musculo?
Me aburrí.
¿Por que de noche lo escucho latir mientras mueve mi cama?
Desperté.
Dejé de sentirle lástima, por los golpes que daba a su celda... Lo arranqué y lo lancé por el balcón.
Volvió a mi en forma de beat.
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