No puedo enamorarme de unos muslos, ni de un cuello, ni de unos hombros.
No puedo enamorarme de una cadera, ni de una
cintura, ni de un culo.
No puedo enamorarme de una entrepierna, ni de unas
tetas, ni de una estatura.
No puedo enamorarme de unos brazos, ni de una
espalda, ni de un abdomen.
Pero puedo enamorarme de un rostro…
…Puedo perfectamente ser hechizado por
unos ojos.
Puedo enamorarme de unos labios,
De unas mejillas,
De una frente.
De un mentón,
De unos parpados,
De unos dientes,
De unos pómulos,
De unas cejas,
De unas pestañas,
De una nariz,
De unas sienes,
De unos lóbulos,
De una lengua
De una comisura.
Pero tienen que ser como los de ella…
Porque no puedo enamorarme de todo lo que he
escrito y descrito de ti,
Pero si de lo que está entre líneas…
No puedo enamorarme de unas manos,
Pero si de cómo estás acarician.
No puedo enamorarme de palabras,
Pero si de su contenido.
No puedo enamorarme de la ropa,
Pero si de tu estilo.
No puedo enamorarme del pelo,
Pero si del cómo lo mueves.
No puedo enamorarme de unas piernas,
Pero si del cómo caminas.
No puedo enamorarme de tu inteligencia,
Pero si de cómo vuelves tonto al inteligente.
No puedo enamorarme de lo que tienes,
Pero si del cómo lo usas conmigo.
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