Para esta entrada pretendo ser breve y lo más puntual posible.
La autovictimización es una actitud (para algunos ya una forma de ser), la cual consiste en, incluso en casos que solo uno mismo tiene la culpa, sentirse y verse como el afectado por ciertas situaciones especificas y siempre, pero siempre, ser la victima de las circunstancias. Siendo incapaces de reconocer el merito propio y el desmérito ajeno.
Me cargan de sobre manera las personas que se victimizan. Me aborrecen los que han tomado este hábito casi como estilo de vida y que por cierto es un forma bastante desagradable de actuar ante el resto.
El hecho de siempre ser la victima, el afectado por el cual todos debemos sentir una pena profunda y un dolor inmenso, al que debemos dar nuestras condolencias y un gesto de bondad y empatía.
Y es que claro, es mucho más fácil ponerse en la posición del "todo a mi", sobretodo cuando es uno mismo el culpable de que pase algo malo en nuestra contra. No somos capaces de medir nuestras acciones y saber las consecuencias de las mismas, no nos damos cuenta que muchas veces es más fácil solucionar un problema pensando en que hacemos mal que otorgándole la responsabilidad a todo el resto de las personas que nos rodean.
El mostrarle al mundo lo mal que estoy, con que fin? Me imagino que esta actitud se nos impregna y queda desde que somos bebés; el hecho de llorar para mamar, y que la gente diga "pobrecito". (Esto último, un acto que veo frecuentemente en Facebook, que apropósito, parece ser una plataforma perfecta para la autovictimización)
Les dejo una frase de mi propiedad:
"Para los hombres siempre hay soluciones silenciosas, en cambio para los niños es más fácil llorar y dar pena en público"
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