- B I E N V E N I D O S -



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martes, 7 de septiembre de 2010

EL CUERVO DE LA MÚSICA.


Llegó a mi ventana el cuervo a preguntarme por la música,
me dijo ¿ya estas muerto?, le dije que no... lo siento.
Me expreso y no es la única forma de sacar esto,
no me lo llames talento,
¡llámalo parte del cuerpo!

¿Estás hambriento? le dije...
puedes comerte mis versos,
(y... ¿tus besos?)
no... mis besos ya se los devora la señora pretexto.
Si lo hago es que lo siento,
es más que un sentimiento...
si te digo que es de niño te diría que te miento.

Pero aun sigo hambriento,
y sigue pasando el tiempo.
Hoy debo de volar y devorar voraz el viento. ¿Lo entiendes?.

No lo entiendo,
te juro que lo intento...
no me cabe en la cabeza lo que me cae en el cuaderno.

¿Lo ves?,
eres estúpido,
no sabes lo que estas diciendo...
Hoy te pregunto si estas vivo y me respondes con tus textos.

Muy bien, lo siento...
Cuervo, se te acabó tiempo...
yo muero por que vivo y vivo por que sigo en esto.
Si no entiendes lo lamento,
no quiero preocuparme insisto,
te digo, este es tu asunto...
¡vuela que se apaga el viento!

Oh, verdad humano,
pero aún yo sigo hambriento.
Deja beber de tu mano que la tinta es mi alimento.
Alimentame de versos, que alimentarme es correcto,
si lo haces dejaré tu vida en paz, no te molesto.

Después de un rato, sentí la ausencia... ¡claro!
Pero me dejó su aliento.
Sabe amargo, repentino, sabroso, no se que siento.
Esto pasa a cada momento y pienso que no pasa el tiempo...
A veces no me doy ni cuenta, y cuento, lo que llevo dentro.

Y en un momento...
Estaba ahí mirando el cuervo...
Estaba ahí sacándome palabras y fuera del contexto, le dije, ¿por que no vuelas?,
por que mierda no te esmeras...
¿por que cresta esperas? Cuervo...
¡tu hambre no es mi problema!

Voló de mi ventana el cuervo satisfecho por mi ira,
mientras yo inflaba el pecho, sin razón saqué provecho
usé la mente que me cuida,
e inspiración que yo respeto.
Entiende, no es que sea talento...
¡llámalo parte del cuerpo!

























(Explicar que el cuervo, representa para mi el maldito tiempo en que dejo de escribir, más que eso, el lapso entre el día que termino una canción y el día que gracias a el comienzo otra. Representa el amor por aquello que se olvida de pronto, por momentos.
Es aquel negro y obscuro pensar que me recuerda que debo y quiero, y me lo pregunta como personaje: ¿cuando vuelves a pensar, a crear, a grabar, a expresar? El cariño por meditar y escribir...
El palmetazo en la espalda que me hace despertar y reaccionar en el momento justo. Lo que me diferencia de una simple y rápida rima.
Sin el cuervo que nos visita en esos momentos de sequía, no sería yo, y nadie sería nada.
Es la inspiración... NO.
Pregúntale a Alan Poe).


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