- B I E N V E N I D O S -



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lunes, 21 de junio de 2021

"CUANDO TE TOQUE CAER"; LO COMPLEJO DE LO SIMPLE


El 30 de Diciembre del 2020, a las 12 de la noche, solté a modo de sorpresa la canción y video oficial "Cuando Te Toque Caer", uno de los pocos singles de ese año y uno de los últimos que lanzaría.  


 
*Art cover oficial.  


El Perfecto Comienzo 

Durante las primeras semanas de Diciembre y Enero (2019 y 2020) surgió esta canción, con la idea de representar el enfrentamiento cara a cara con un personaje gigante que gusta de dominar y usar toda su influencia para alimentarse del mundo entero, un ser tan grande y poderoso que llega a ser invisible. 

Pero no era cualquier enfrentamiento; visualicé una escena teatral en un salón lujoso y solitario, con una silla alta y extravagante, en una mesa larga, y yo siendo el garzón. En esta situación sólo existíamos los dos, y esta canción presentaba una oportunidad única, que metaforizaba el rebasamiento imaginario de mi ira a raíz de un cumulo de situaciones de opresión y manipulación, como la generada por la relación piramidal y tóxica que tenía con mi último jefe y, a modo macro, como reflejo de la misma relación piramidal de poder en escala global, y que deriva a la situación social que soportamos las personas comunes y corrientes en el mundo entero, emociones que fui transformando en mi "obra de arte suprema", la cual estaba preparando meticulosamente para presentarle a este sujeto en esta importante instancia; un exótico, único y costoso vino tinto que terminaría por matarlo. 



                                                         *Fotografías sesión oficial.



En este momento la canción se llamaba Sommelier, en alusión al término que nombra a un experto en el maridaje de vinos, que recomienda a los comensales cual es el elixir perfecto a elegir según la ocasión. 

Cuando la grabé me gustaba mucho, a pesar de que la canción duraba poco más de un minuto y medio (algo bastante comercial y funcional hoy en día, y que por otro lado tenía la intensión de ser continuada) y de que le faltaba todo el proceso de mezcla, sentía que tenía fuerza y un peso conceptual distinto (para el mundo del trap). Todo iba tan perfecto que hasta logré conversar directamente con el dueño del Hotel Sommelier, y a este le gustó tanto la propuesta del audiovisual que incluso nos ofreció que usáramos el hotel completo. 

Posterior a eso sucedieron muchas cosas; primero sociales en mi país, luego de salud (y política) mundiales, situaciones que adicionadas a otros varios temas personales hicieron que todo se fuera retrasando paulatinamente, eso sumado a algunos problemas musicales que aparecieron luego, por lo que decidí regrabar la canción con otro productor, cosa que nunca se concretó por diversos nuevos accidentes de profesión. 



La Resignación  

En ese punto todo perdió el sentido, la vida me invitaba a soltar para no seguir sintiendo frustración, a desprenderme de este y todos los proyectos que perdí por más que me hayan sido muy significantes, nada de eso existía y había que hacer borrón y cuenta nueva. Cuando asumí esto, al poco tiempo pequeñas ventanas se comenzaron a abrir, como la selección que tuve a un programa de talentos de la televisión nacional abierta, y el contacto que hizo conmigo un ahora hermano productor de Estados Unidos con la intensión de trabajar un proyecto juntos, con esto, nuevas ideas comenzaron a asomarse, con la sensación de que era tiempo de autoanalizarse profundamente para redefinir los propósitos musicales y de la vida en grandes razgos.

Ya casi extinguiéndose el año 2020 estaba enfocando mi energía en el evento online que produjimos en conjunto con un duo de artistas amigos del barrio, acompañado de varios otros colegas y hermanos de la escena musical, por lo que no solté canciones nuevas durante mucho tiempo. Pero justo en esos meses finales comenzaron a suceder otras nuevas situaciones y muchas nuevas sensaciones que se comenzaron a sumar a otras que ya habitaban mi mente, por lo que habían varias veces que divagaba entre mis maketas e ideas como buscando un consejo epifánico, cosa que parecía una perdida de tiempo, hasta que una noche realmente sucedió. 



                                                                            *Fotografías sesión oficial.


La Epifania

Esta canción defectuosa, que marcó un tiempo de frustración y que tantos problemas significó durante todo un año, comenzó en ese momento a hacerme sentido, a pesar de que mi pensamiento perfeccionista seguía sintiéndola incompleta por todo lo del pasado, hubieron muchas emociones del instante que le otorgaron un peso nuevo. De un momento a otro esa canción fue una letra directa hacia mi, hacia esa fiesta que tenían mis voces en la cabeza, y hacia las varias sensaciones negativas y pesadas que rondaban mi espíritu con ganas de terminarlo todo; como el vacío, la soledad, la frustración, el delirio, la búsqueda constante de nuevas direcciones, el pendular de pensamientos contradictorios, la inquietud, la inseguridad, la insatisfacción.  

Comenzaron a llegar imágenes totalmente desapegadas de la idea original, por lo que semanas antes de que fuera mi cumpleaños, surgió la motivación -intermitente- de lanzarla como un regalo desinteresado y exento de expectativas comerciales, más bien como un acto de impacto meramente artístico, enlazado también a hacer el trap que me gusta; ese sonido distinto, exótico, y hasta sucio, de sentido profundo y visceral, y visualmente conceptual.   



                                                        *Fotografía de bocetos improvisados del video.



La Complejidad de lo Simple 

Comencé entonces a trabajar velozmente en esta nueva idea espontánea, con el principio de utilizar al máximo mi creatividad, haciéndolo absolutamente todo solo y con las herramientas que tenía a mi disposición para gastar los menos recursos posibles en simbolizar de la forma más precisa todos estos nuevos parámetros estéticos (minimalismo, soledad, confusión, vértigo, suciedad), sabiendo que siempre la búsqueda para llegar a lo simple termina siendo la vuelta más compleja.  


Primero había que encontrar un nuevo nombre que representara todo esto, por lo que después de estudiar la letra y la sensación de la canción (cosa que me costó mucho porque a la mayoría del tiempo no quería seguir oyéndola más) sumados al nuevo concepto creativo, opté por tomar una larga frase de la misma con el fin de potenciar la intención de una canción "de culto" y poco comercial, como el rap del sur de USA. Lo segundo fue seleccionar la imagen de la portada, la cual saqué de un frame que me gustó de uno de los videos que ideé para el canvas de Spotify, lo tomé como pantallazo sin casi editar para enlazar a la estética sucia del lo-fi, y la voltié para incrementar la sensación de caída y vértigo. Luego hice las fotos con mi teléfono en modo ráfaga jugando con la velocidad de obturación para lograr ese efecto movido; terminando por hacer el video, el cual partió desde un intento mucho más completo que suponía actuar un guión e incorporar pintura para representar manchas de sangre, y que acabó siendo expresado por diversas tomas contrapuestas mirando a la cámara, cada una denotando emociones distintas y el vaivén de pensamientos pendulantes con movimientos violentos, sumadas a tres tomas que se mueven de forma errática en dirección contraria al reloj al rededor del marco del video para representar confusión y aportar en el diseño de formas espontáneas en contraposición al resto de los elementos.     

   

En definitiva "Cuando Te Toque Caer" se termina representando a sí misma. 

Liricalmente hace alusión a un estado de grandeza que se siente absoluto, olvidando asumir lo efímero que es cada momento y estado, en una crítica personal y también hacia la sociedad. A la par el video representa el choque que hay entre las distintas opiniones internas que habitan nuestra cabeza en busca de una determinación o de encontrar una solución, este diálogo desesperado e irregular que define gráficamente a la locura (o a lo que otros más extremos le llaman "sus demonios") y el miedo -y dolor- que se siente al caer lenta y profundamente en el estado de derrota, desenfocándonos, y perdiendo la noción de la realidad y del tiempo mismo. Idea soportada por el hecho de que personalmente la canción misma en un principio y en más de una ocasión haya significado "una fracaso" al no llegar al sonido que buscaba (lo que me llevó por una u otra circunstancia a no terminarla). Sensación que posteriormente se transformaría en algo positivo y distintivo, ya que su forma termina asemejándose al sonido característico del Memphis rap con un toque muy progresivo. 

La sensación de hacer este trabajo visual (ideado, grabado y editado de manera autónoma, con mi celular, con una tela negra de fondo y con lamparas para iluminar mi cuarto) fue más especial aun, por el hecho de lanzarlo en el día de mi cumpleaños, como una forma de desprenderme -yendo incluso contra el miedo de lanzar una canción que en su momento significó mucha negatividad-, y también como forma de regalo hacia todos los cercanos, amigos, y personas que me escuchan y apoyan. 

De una u otra forma, siempre desprenderse fue la clave.  






                                        *video oficial desde Youtube 





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martes, 15 de junio de 2021

BYE BYE DHEIKING

Hoy la entrada de este post es muy especial, ya que viene a marcar el momento y complementar la puesta en marcha de mi despedida de la música como Dheiking, a través de una propuesta comunicacional ligada netamente al arte como a mi me gusta; surreal, profundo y conceptual. 





"Olvida lo que sabes 

Yo soy solo un conector 

Colector de lo ilógico con la absurda realidad

Este es el final donde lo último no existe 

Aquí no hay nadie más que el infinito

Y la ciencia de la existencia no es limitada. 


Olvida todo lo que sabes

Solo el cambio es absoluto

Estás son las últimas horas de mi razón

El instinto es el poder para sobrevivir

Nos vemos en otra vida". 


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Con este discurso y pieza poética como primera parte de la obra, que tiene como fin introducir al espectador al simbolismo del "(re)nacer en instinto", reconectarse con la intuición y las sensaciones puras y naturales de la corazonada, al mismo tiempo que invita a desconectarse en alguna medida de la sobre-utilización del pensamiento, la lógica y la razón desmedida, es que comienzo la travesía de despedirme de este bello proceso musical que me acompañó seriamente desde el 2007.

Los simbolismos que abraza este primer momento, son el uso de un elemento muy representativo y estrechamente relacionado al arte clásico, como es el huevo, que significa el nacimiento, la fecundidad, la creación del universo, paso de un estado a otro, ruptura de viejos moldes, simpleza, fragilidad, y la regeneración de la vida. Todo esto ligado a una estética simple y minimalista que contrasta el profundo color negro con el blanco del elemento principal, acompañados de conceptos en forma de diálogo ligados a una suerte de conversación entre la cáscara y el ser interno que está a punto de nacer, y entre el huevo mismo con el espectador.

De una manera muy personal y sentimental, con este acto artístico comienzo a dar por finalizado el largo proceso en que Dheiking Santori forjó las bases conceptuales de la propuesta y disciplina musical que me caracteriza hoy en día, un camino de más de 10 años que han servido de búsqueda de un estilo propio además de un desbloqueo de habilidades sociales y varios temas internos que hoy están en su mayoría sanados. 

Por otro lado, la obra también representa el desprenderme del lapso del disco Da Vinci, el cual fue ligado a una búsqueda sumamente intelectual, para dar paso al nuevo proceso que pronto podrán evidenciar a través de mis redes, y que tiene como principal objetivo el explotar mi genio artístico y alcanzar un auge internacional.



VER EL VIDEO HACIENDO CLICK AQUÍ.


Y sigue todo el proceso de lo nuevo desde las siguientes redes: 

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sábado, 22 de agosto de 2020

BRUCE LEE (letra)

Siento que mi visón sobre la música no ha cambiado mucho, sólo he madurado y soy consciente de otras cosas. Ahora se de una forma más segura lo que funciona y no, para poder llegar realmente a donde quiero llegar. He enfocado mi visión, lo hago profesional, y eso conlleva la tarea de aprender a decir que "no" muchas veces. 

Es como cuando cambias la forma en la que vibras (percibes la realidad) y todo al rededor tuyo comienza a cambiar de acuerdo a eso... Ahora se más claro lo que quiero provocar en la gente, se que debo actuar más preciso y eficaz, pero sobretodo, mantengo el sueño de llenar de energía los escenarios más grandes del mundo. 

Hoy les quiero compartir una de las últimas canciones que hice desde el underground en honor a uno de mis maestros; Bruce Lee. 

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Letra:  


Acepto el trato y acato acá, too', de word contrato 

yo contra Dios, yo contra yo, futuro ingrato 

cuida tus pasos, no tus zapatos

lo ma' sabio y sensato es sanar, todo se va, menos los lazos. 


Atao' al tacto tangible, exceso de mente 

cuida tu puño si viene sin dueño consciente 

que puede que te despiertes 

a veces la verda' es la piedra que manos rompe. 


Mírame a los ojos y sabrás quien soy, 

si no es ahora, mañana, si no es ayer, es hoy 

la verdad llega y pega duro, rude boy 

contra tu ego, tu apego, tu juego de rol.


Criador, creador de magia 

amo al sexo de otra galaxia 

a la connection siempre doy gracia' 

todo el resto es pura acrobacia. 


Me gasto la vida planeando un show

y dejo a las otras rapeando sin perder el flow

Da Vinci creando sin bitches, es cuestión de amor 

eres luz o sombra, hermano, whatever, vienes del Sol.


Soy, yo

I'm born to burn 

sólido el amanecer te llega sin perdón

intercepto los golpes e' la davi, bailo Jet Kun Do (eyou) 

estilo dragón, nacio' en capricorn (wayiaaa).


Come y calla,

acción sobre reacción, la excusa sólo agrava 

pal' guerrero siempre es tiempo, nunca tira la toalla 

salta valla hasta el final, en el trayecto ta' la paga. 


Come y calla, 

No veo el final del túnel, me guía la muralla 

piso con la fe de no caer en lo que haya 

todo cambia, somos agua, me protege el Trigrama de Bagua


Mírame y sabrás quien soy (repetida varias veces). 







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sábado, 20 de junio de 2020

CON MI VIEJA DE TESTIGO

Estos días han sido de despertarme muy tarde y dormir poco, por un lado, porque me he acostado todos los días a deshoras tratando de avanzar en mis proyectos y que haceres (para contextualizar; estamos trabajando en el video de Training Day), y por otro lado, por que mi habitación no me ayuda mucho sin tener luz del sol que entre en ella. Pero de igual forma he logrado concebir sueños que me han comunicado cosas, aunque no había escrito nada este año, hasta ahora.


En este sueño, estaba en la casa de mi mamá en los héroes (Maipú), seguramente cuidándola o acompañándola a raíz de que hace algunos días estuvo un poco enferma de algunos temas estomacales que precisaron mi apoyo para descartar de raíz el Covid que tanto les gusta a los médicos y clínicas hoy. Estábamos solos, no estaba con nosotros Mario (su esposo), había tranquilidad y silencio, no había ni música ni teles encendidas, eran tipo las cinco, o seis de la tarde, cuando decido salir un rato al patio de la casa mientras ella se queda dentro, para pensar y contemplar un rato al cielo como sabiendo, o buscando ver lo que iba a contemplar.

La casa era la de antes, no tenía los cambios que tiene ahora, donde por seguridad cambiaron la reja principal por una que actualmente es muy alta y añadieron un portón metálico gigante, a parte de los cambios de baldosas y otros elementos que agregaron en el exterior, aquí estaba todo simple, como cuando era más niño. Estaba en calma, todo sereno, casi nada de ruido y tampoco gente fuera, el cielo estaba celeste y con pocas nubes blancas, era un bonito día, hasta que de pronto -en ese afán eterno de encontrar algo fuera de lo común en las alturas- veo en el cielo un avión moverse, era un avión militar. Luego de quedarme un rato mirándolo este comenzó a realizar unas maniobras extrañas hasta que con rapidez se precipita en la casa de nuestros vecinos -en verdad, sentí que fue a un par de casas de la nuestra-. Era enorme y verde, el típico color de esa clase de aviones de combate, no cayó con violencia si no con suavidad, con algo más de violencia que un aterrizaje normal pero quedaba intacto -por lo que asumí, pues, desde esa pandereta gris solo pude apreciar la punta de una de sus alas- y yo quedaba asombrado pero realmente sin ninguna clase de miedo (no atiné a revisar si es que había alguien herido en la casa contigua, realmente sentía que casi estábamos solos en el barrio).

No alcancé a ir adentro de la casa cuando otra cosa sucede. Volví a mirar en esa dirección hacía la cordillera, hacia el frontis de la casa, cuando de pronto un cohete gigante comienza a despegar a lo lejos, era el típico cohete gringo, algo más ancho que de costumbre, totalmente blanco con punta oscura, que se impulsaba hacia el cielo pero con muy poca fuerza, tanto que de pronto, a una altura nada extraordinaria, comenzaba a perder estabilidad y sin remedio terminaba cayendo casi en el mismo sitio desde donde despegó, causando una explosión extraña que generó un sonido estremecedor y gritos tormentosos, y en vez de explotar de forma normal generó una masa blanca, que se veía esponjosa pero realmente era de un material duro, que comenzó a expandirse hacia arriba y luego se fue dividiendo en varios cúmulos de este mismo material, desde donde surgieron de pronto grandes y numerosos robots blancos que comenzaron a correr en dirección opuesta a la que yo miraba. Eran muchos y extremadamente grandes, simples en su forma, como los dibujos de un niño, con piernas y brazos como los de Bender (robot de la serie Futurama), blancos -no un blanco extremo- en su totalidad, y de cabezas rectangulares, caras simpáticas y lineales, muy minimalistas, como si fueran juguetes de la marca Apple. La gente comenzó a gritar, sentí mucho terror en el ambiente a pesar de que los robots no tenían cara de malos, al contrario, tenían aspecto de asustados también, de hecho, sus bocas infantiles estaban con la típica curva de tristeza que uno dibuja. La gente comenzaba a correr en tumulto y con desesperación, recuerdo sus caras de terror, puesto que estos robots también corrieron pisando todo y a todos a su paso (o al menos eso sentí sin poder realmente apreciar la tragedia de una forma cruda y empírica), vi rostros de pánico correr sin medir nada, en ese momento me apresuré a correr dentro de la casa, y desde la vuelta que tiene el living hacia las piezas le grité a mi mamá (con fuerza pero de una forma muy sutil, calmada y cuidada) que saliera a mirar esto, que estaba pasando algo... Le grité varias veces, ella estaba en el baño, estaba con la puerta abierta y la luz encendida, me da la impresión que estaba peinándose, corrió con la fuerza que pudo, estaba vestida con un chaleco verde oscuro, el pelo tomado y un paño -que recuerdo entre marrón y rojo muy oscuro- que dejó caer al piso en este acto. Siento que todo esto fue en primavera, por que la ropa no era ni invernal ni veraniega (a parte vi hojas crecientes en los árboles). Corrió hacia mi a trotes, con pasos de abuelita casi, mostrando cierta debilidad o cansancio (quizás a raíz de lo que expliqué al principio), cuando estuvo cerca comencé a explicarle lo que pasaba, realmente no sabía muy bien que hacer ni como moverme pero seguí mi instinto, sentí que los robots podrían pisar la casa con nosotros adentro -eran muchos y gigantes, como de 150 metros-, así que nos movimos en dirección hacia la puerta de la cocina que da al patio por donde mismo entré, se sentía la tensión en el ambiente y había que hacer algo rápido, estábamos a punto de salir cuando de pronto, pum! la pata de uno de los robots aplasta la esquina de la casa (donde está el comedor) justo al lado nuestro. Quedamos atónitos, dijimos al unísono “uuuuh!" muy sorprendidos, recuerdo que le comenzaba a explicar con calma, era una conversación que mantenía -dentro de todo- cierta tranquilidad, donde le decía lo que vi y e explicaba ciertas cosas que siempre sentía en el cielo, también íbamos al patio donde había caído el avión anterior, pero este ya no estaba en su lugar, quizás fue removido por los mismos robots, no se. Al salir juntos, vimos las casas en pie, pero nada de gente, vimos un entorno tranquilo, pero es esa tranquilidad que se siente después de una catástrofe.

Lo último que recuerdo haber divisado con ella justo antes de despertar, luego de todos estos fenómenos, fue una nave voladora en el cielo, con la típica forma del vehículo espacial que representan en todas las películas, evidentemente ya era más tarde, casi de noche.



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SUCESOS Y ENCUENTROS (2019)

(Este sueño es de Enero del 2019, no sé porqué no lo publiqué en esas fechas y lo dejé como borrador. Mantendré todo tal cual lo escribí en ese momento).

Desde la ventana de mi habitación actual, mi hermano roomie (Pablo) y yo veíamos asombrados, pero tranquilos y felices, una gigantesca y brillante esfera metálica, de un gris medio, ni muy oscuro ni muy claro, flotando lentamente a una altura muy cercana, en dirección a Francisco Bilbao, perdiéndose entre los edificios. Era una esfera enorme, muy hermosa, que sólo tenía una especie de cinturón metálico prominente que recorría su centro de forma horizontal quebrando su simpleza, y que emitía un sonido muy leve, constante y agradable.

El día estaba despejado, el cielo gozaba de un celeste radiante y probablemente hacía ya algo de calor -visualizando un día de verano, a unos 27 grados centígrados-, probablemente eran las 9 de la mañana, por la postura en que el Sol se encontraba en el sueño.

Luego nos divisaba en el bandejón central de la calle Pocuro, donde están las ciclovías, vías de arena para correr y zonas de pasto -sin recordar exactamente a que altura nos encontrábamos-. En este punto estábamos de pie sobre los arenales, mi hermano estaba con su actual polola y algo que parecía ser su mascota -detalles de estos últimos no recuerdo bien-, pero ella vestía su típica tenida all black y él su polera color conchevino -rojo guindo o rojo vino- y jeans, y la mascota era algo mediano y peludo, entre café, negro y algo de blanco. Yo, por mi parte, vestía mi camisa de franela estilo leñador de cuadros rojos y negros, abierta y arremangada, unos pantalones café claros -entre madera y caqui- un poco arremangados también, un par de sandalias de playa, negras con rojo, que uso para la ducha, y un inusual casco de bicicleta blanco -estilo de bici de ruta, con ventilaciones y sin visera- (si, un outfit no muy cool). Estábamos parados conversando muy tranquilos y observando como una multitud de gente en bicicleta -con ropas frescas- avanzaba lento ocupando por completo toda la calle, en dirección contraria a la que se había dirigido esta gigantesca esfera metálica. Recuerdo sus caras, todas llenas de calma, incluso nosotros... No estábamos preocupados por nada habitual, parecía un domingo cualquiera.

De pronto comenzábamos a caminar por el espacio de arena en la misma dirección que la multitud en bicicleta, hasta que me puse a correr -sin tener razón ni motivo aparente, de hecho, en el sueño mismo me lo cuestioné- a toda velocidad, sin desesperación pero a todo lo que daba, dejando a mis amigos atrás -caminando ellos en calma-. En mi no sentía angustia -repito, fui consciente de aquellas percepciones sentimentales y cuestionamientos racionales en el sueño-, ni urgencia, ni afán de competir, sólo me puse a correr como un niño -extrañamente, y ahora que lo pienso, pocas (o nunca antes) veces en mis sueños he podido sentir la sensación de velocidad al correr, ya que casi siempre me veo oprimido contra el suelo sintiendo el peso de la gravedad y la debilidad de mi cuerpo que no me deja avanzar cuando necesito escapar o llegar primero que alguien o algo a algún punto-, me sentí liviano y también muy cómodo a pesar de mi confuso ropaje. En un punto me detuve, sin cansancio ni ninguna sensación de agotamiento o estrés. Acá, súbitamente, mi gorra cambió a mi dadhat negra con aquella visera que fácilmente pude reconocer ocultándome la mirada. Aquí estaba con un grupo de amigos que no recuerdo, ya que los vi más como una masa borrosa y medio oscuro -de entre los cuales no se con exactitud si se encontraba mi hermano y su polola-, con los cuales sostuve una breve conversación -que no recuerdo- la cual se vio interrumpida por la imagen de mi última polola, la cual observé a un par de metros a mi izquierda -dirección en que la manada de ciclistas iba-. Ella vestía un outfit negro completo -típico de ella-, con una sudadera sin mangas que dejaba ver sus hombros, unos jeans negros también semi arremangados, zapatillas blancas y una gorra estilo militar -de esas cuadradas-  color verde  completa -un verde medio apastelado, entre oliva, anis y crema-, que cubría sus ojos pero dejaba ver su clásico moño estilo tomate sobre su cabeza. Ella estaba de costado a mi a unos 15 metros, rescatando y bebiendo agua de esos bebederos que hay al costado de las zonas de pasto para las personas que ejercen el running, con una botella plástica transparente, estilo deportiva, con dispensador, que hacía juego con su gorra.

Al momento de verla observé su intensión de ocultarse, me vio algo así como de reojo y de inmediato giró su cuerpo para darme la espalda. En ese mismo instante su voz llegó a mi cabeza con mucha claridad y potencia diciendo una sola frase; "me siento melancólica". Ahí, sin pensar -porque típico que antes de una acción hay una milésima en donde llega un pequeño pensamiento de duda que te hace no actuar, que al final es un prejuicio... En este caso pudo ser un; "no quiere verme", "ya es cosa del pasado", "no es mi problema", debo estar aquí, este es mi presente", etc...- corrí hacia ella con la misma velocidad anterior, sin importar lo que me decía o lo que sucedía en ese instante con este grupo de personas que me detuvo -no sentí la sensación de interrupción por su parte, de hecho, fue mi voluntad estar ahí con ellos conversando, como fue mi voluntad también dejar de hacerlo bruscamente y salir corriendo-. Mi carrera fue instantánea, sin pensar, sólo sintiendo una visceral y natural intensión de llegar hasta ahí, y al hacerlo, ella se encontraba aun dándome la espalda pero agachada en cuclillas en el límite  entre la zona de arena para correr y la zona de pasto para descansar. En este momento ella tenía puesta su chaqueta de mezclilla celeste clara (y el resto de ropa igual que antes), y luego de un segundo de calma y contemplación, puse mis manos a los costados de sus hombros -no tan abajo ni tan arriba, y tampoco de manera brusca ni con fuerza, pero firme, sin el afán de hacer sentir ni sentirme apresando ni capturando, tampoco poseyendo- con el también natural y noble deseo de transmitirle un conjunto variado de buenos sentimientos que en ese momento fluían con vibrante alevosía por mi ser -y que quizás, mantuve por mucho tiempo dentro mío de forma real (sentimientos que, valga decir, durante nuestra relación siempre transmití para hacerla ver lo que realmente ella era, y hacerla sentir como realmente debía sentirse por todo lo que ella tenía; belleza, actitud, nobleza, inteligencia, seguridad, sabiduría, simpatía, amabilidad, amor, etc...)-.

Estuve un par de minutos así, contemplando su espalda sin ver su rostro y sólo preocupándome por entregarle cosas buenas y bonitas con ese gesto de unión y compañía. Fue un lapso francamente hermoso y especial, donde no sentí la necesidad de nada más, y donde todo a mi alrededor se detuvo, mi cabeza sobretodo. Luego de un tiempo conectados, por atrás nuestro pasa caminando con tranquilidad mi hermano y sus dos acompañantes, soltando una frase que en ese momento sentí, fue con el afán de completar una parte de lo que podía ser el rompe-cabeza que armaba dentro suyo esta mujer; diciendo un calmado "buena Félix". Aclarando y evidenciando así, -por si la subjetividad de la escena aun dejaba dudas- aun más el hecho de que era yo ese personaje que se encontraba tras ella, haciéndolo racional y real, claro y conciso, duro y tangible, "si, era yo" sin absolutamente ninguna posibilidad de equivocarse... En ese momento la apreté con un poco más de fuerza, empujándola firmemente hacia mi, quedando recostada sobre mi muslo derecho, y dejando su rostro frente al mío, para contemplar como acto final, una leve sonrisa proveniente de sus labios, que era junto con la punta de su nariz, lo único que dejaba ver su gorra.



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lunes, 23 de diciembre de 2019

Como el Batman de Nolan

He experimentado los cambios, los extremos, a pesar de dirigirme siempre al centro.
Sin ganas ya de rimar sino de escribir a corazón abierto,
cosa que he pospuesto,
pero sigo en esto y quizás sin quererlo.
Me pierdo en pensares,
pensares que no me dejan disfrutar el momento,
y haciendo mientras siento que pierdo el tiempo, voy perdiendo el tiempo.

Pasé de estar al sol de ese rincón glorioso y alto vislumbrando el cielo,
a estar encerrado sin luz, ni aire, y lejos aquí abajo.
No quiero estar aquí abajo.

¿Debo purgar?
¿Es necesario el hecho de desechar estas lagrimas de Superheroe para volver al punto donde realmente me encuentro a mi mismo?, ¿O será sólo ansiedad por estar en esta cueva, como el Batman de Nolan, sin salvar a nadie más que a mi sed de venganza?,
¿O en la escasa diferencia que genera esa lujosa mansión gigante llena de luz pero sin nadie más,
cegado por el pasado,
usando como excusa el limpiar una ciudad que no me pertenece,
frente al tenue brillo de mi pantalla sin poder ver aquello que realmente es mi éxito?.

Y vuelvo de pronto a compararme, a competir, a corregirme… A entrenarme para bien volver.
Vuelvo de pronto al punto donde comencé; a verme niño, pequeño, indefenso, hasta débil.
¿Será quizás solo el Universo mismo poniéndome a prueba?, 
¿Será la naturaleza fractal y sus patrones que me obligan a sanar desde el fondo más profundo?.
¿Será que cada camino, sin importar cual sea, conlleva sentir un equilibrio perdido, como cada poder una responsabilidad?

Intento comprender, trabajo para hacerlo, pero aquello que siento como una bendición al día siguiente desaparece y no se si es así que deba funcionar todo.
Me acabo, me gasto...
Intento saber que es lo correcto, mientras proyecto mi energía y aprendizaje para intentar sembrar una pequeña gota de luz en los otros como ejercicio de aquello que siento como base; el dar sin pedir a cambio.
Pero yo no debiese vaciarme, ni debiese olvidarme, y se que quizás yo lo creo así y lo hago así porque quizás pido más de lo que creo, pero realmente no es... Quizás solo es un trabajo de constancia.

Yo no debiese sentir lo que siento, debiese poder transformarlo para continuar.
No debiese estar tan perdido mientras los otros me hayan,
ser tan débil mientras me ven poderoso.
Y entre más me lleno más siento que falta algo, más siento que me pierdo, o que corro detrás de la zanahoria que cuelga desde una varilla en mis hombros… ¿Dónde quieres llegar?
Pero se viene a mi la palabra confianza. Se viene a mi con fuerza y la dejo entrar sin pensar.

Debo confiar, debo confiar.
Confía en que el Universo trae cosas grandes para mi,
que todo pequeño paso que de tiene un fin,
que debo mirar hacia delante y que debo poder estar lo suficientemente despierto para poder ver.
Apreciar aquellos detalles que son tan esenciales y que significan tanto, y que por estar llorando vi borrosos. Abrazar aquel ínfimo placer que será infinito, a menos que ese perdido pensar confuso de aquello que no existe, agarre mis brazos en una llave de Judo y no me permita tan siquiera palparlo en este presente, donde debo más que nada saber quien soy.

Quizás siempre debí mantener ese enfoque,
el de entregar algo para las personas,
pero siempre todo salió de mi. Incluso la alegría y energía de lo actual,
incluso la pena de las canciones antiguas,
incluso mis archienemigos,
incluso el dolor o el odio mismo que me llenó por completo, y que realmente hace tiempo no siento, porque lo de hoy es confusión sobre la confianza, no un sentimiento sino un enfoque,
porque todo está correcto, todo esta bien, todo está "copa", y como dice Facundo, solo estoy perdido.

Debo confiar, debo confiar,
y debo agradecer, porque estoy aquí,
solo pero repleto, vacío pero completo,
y listo para llenarme de aquello que ahora puedo permitir volver a dejar entrar.
Sólo debo confiar.
Seguir caminando, seguir aprendiendo a ser un Héroe.
Confiar, agradecer y luchar.



miércoles, 18 de septiembre de 2019

LA REUNIÓN

Todo comenzó en el antiguo departamento que compartimos con mi hermano Pablo. Era un día soleado y luminoso el cual disfrutábamos con vestimentas livianas; recuerdo la simpleza de mis shorts verde oliva y mi desgreñada polera azul prusia; y la polera negra, chaqueta y pantalones de jeans que usaba Pablo. El lugar estaba vacío, no estaban nuestros muebles ni nada, se sentía desocupado pero a la vez muy ameno.

En primera instancia conversábamos sentados en aquel espacio tipo mini-bar de madera que separa la cocina de la sala. Había alegría, era especial, recuerdo mucha luz y un ambiente muy cargado de una energía de paz y tranquilidad. Recuerdo mi antiguo computador abierto apuntando hacia Pablo, estábamos hablando sobre algo y de pronto, con algo de preocupación, comenzaba a buscar en mi celular unas fechas y lugares de un par de eventos en vivo que supuestamente tenía ese mismo día (en la noche), pero no los podía hallar. Sentí una desesperación y comenzaba a retarme mentalmente, hasta que recordé que no debía estar preocupado, que estos datos no los necesitaba ahora, por lo que me obligué a volver al presente, a ese inicial mood de calma.

Luego recuerdo haber ido al balcón. El ventanal estaba abierto y la cortina blanca transparente cubría el espacio que dejaba este por completo, moviéndose con un suave vaivén que a veces incrementaba un poco. Al instante de cruzarla y salir se vino a mi una enorme y abrupta sensación de vértigo, el cual sentí desde el interior de mi pecho y estremeció todo mi cuerpo. Cuando pude darme cuenta, observé que no estaba la baranda que mi mano derecha buscaba, y estaba parado justo al borde de entre el balcón y el precipicio, por lo que retrocedí un paso atrás (con mucho nerviosismo) para pegar mi espalda al ventanal y recapacitar un poco. Observé que el color de la cerámica del balcón no era la misma, en su lugar había una de un azul oscuro. También logré divisar de manera rápida que todo el primer piso estaba lleno de montículos de esa arena gris de construcción, y habían dos personas transitando entre uno de los cerros y una pared que al parecer era verde opaco. Logré asimilar enseguida que esta parte del sueño no era nuevo, ya lo había experimentado antes.

Volví al interior del lugar con la intensión de comentarle el hecho y la sensación a mi compañero, y de pronto me encontré del otro extremo hablando con este, fuera de la puerta principal que se hallaba abierta por completo, ingresando al departamento la bicicleta Mountain bike que Pablo usa mientras le comentaba mi apreciación del hecho, diciéndole que la impronta de este suceso no era nuevo, que con recurrencia me siento cayendo libremente, y que dentro del cúmulo de sensaciones una de ellas era que quizás en alguna otra vida morí, o moriría cayendo a un precipicio, pero que no era lo que quería, le decía que pretendía llegar hasta el final como un guerrero (aludiendo al suicidio).

Posicionaba la bicicleta parada de forma normal en el antiguo espacio donde estaba la lavadora -evidentemente el departamento ya no estaba habitado- mientras seguíamos conversando lo sucedido (a pesar de que oí muy poco feedback de Pablo, era como hablar solo, o una escena donde mi hermano sólo se remitía a oír, algo muy característico de él). Lo que también era muy claro, era que estábamos preparando el espacio para un acontecimiento especial, que tenía que ver con una reunión familiar (que por nuestras vestimentas, aludí a algo más cercano a él que mío).

En un momento la sala se comenzó a llenar de gente -hombres, mujeres y niños, todos vestidos de blanco- que se sentó al rededor del espacio, abarcando las tres paredes que daban de frente a la cocina, sin discriminar ventanal y pasillo, todo fue repleto de personas que a primera y rápida vista creo no conocer. Al instante incoé el acto de saludar dándoles la mano -y a veces un abrazo- y ofreciéndoles un vaso de agua, uno por uno, comenzando de izquierda a derecha. En ese momento concluí que era familia de Pablo y que el evento importante era una reunión de esta índole con el fin de celebrar algo, pero no tardé en notar una mezcla de sensaciones que me ligaban también a mi familia.

Todo iba muy normal, parecía una escena muy común -a pesar de que las caras a vista rápida nunca me fueron familiares y por lo general me enfoqué más en mirar las manos-, hasta que me topé con un caballero de bastón al cual tampoco logro reconocer (bastón estilo clásico, café oscuro y brillante, con mango, como el de mi abuelo), que reposaba en la esquina derecha de la sala mirando hacia la cocina. Al momento de saludarlo me agaché un poco -casi en cuclillas- y me acerqué para abrazarlo, acto que aprovechó para darme un fuerte golpe en la cabeza (con firmeza pero mesura) usando su implemento, el cual pude sostener luego de eso, con mi mano derecha, mientras él pegó su cara a la mía para abrazarme fuertemente por unos segundos durante los que no hubo dolor, ni ninguna sensación, ni nada más que silencio y su fuerte aroma a persona mayor.

Cerré mis ojos para entregarme al momento, fue un lapso en el cual todo se detuvo, mi mente comenzó a llenarse de mensajes que aludían a alimentar mi cabeza, a no olvidarme de nutrirla, a medir los excesos que podían deteriorarla y a no pensar tanto, consejos que fueron entregados claramente y de forma sustancial en el instante.

Nos separamos, y consecutivamente este Ser aparenta algo semejante a un fugaz y leve desmayo el cual no representó preocupación en nadie de los presentes (de hecho, sentí una sensación contraria, constante calma y dicha en todos, y en mi personalmente, algo de emoción), las personas de nuestro alrededor se encargaron inmediatamente de reponer a este individuo a su estado inicial mientras yo continué saludando y ofreciendo agua, uno a uno, hasta llegar al final de la secuencia donde estaban las ultimas personas cerca de la puerta principal del lugar.

En este punto reconozco ciertas ganas de no continuar en este acto, pero no de forma egoísta, sino, con esmero de ocultar ante el resto ese sentimiento de emoción que hacía sentir que mis ojos se llenaban de agua que no me permitía ver, pero continué. Al final estaba la mesa de cristal, semejante a la que nosotros teníamos en nuestro comedor pero esta era redonda y mucho más compacta. Esta estaba en un principio desnuda, sin mantel, y en ella se encontraban tres niños de una edad semejante a pesar de que el tercero era evidentemente algo más pequeño (tenían entre cinco y siete años), a los cuales tampoco logro diferenciar ni en cuanto a caras ni detalles, y a los que saludé primero de forma normal y luego haciéndolos chocar los puños en un acto de empatía jovial. Ellos estaban algo así como cuidados por una dama de edad avanzada a la que después reconocí como mi abuela, pero en un lapso más juvenil. Sobre la mesa recuerdo diferenciar algunos papeles, como planillas impresas de Excel, con los cuales los niños jugaban.

Al llegar a mi abuela sentí profunda alegría, la abracé con tanto cariño y amor que ya casi no podía aguantar las ganas de que mis ojos soltaran lágrimas a ríos. Ella se veía joven, compuesta, con una polera blanca manga corta de la que comenzamos a hablar, le dije que me gustaba, tenía los personajes que aparentemente eran los de Charlie Brown, y me decía que tenía al mejor personaje ahí el cual era uno que no pude reconocer, algo como un perro gordo de color café que en la ilustración simulaba el baile típico de Snoopy, además estaba vestida con una chaqueta azul marino muy bonita, y una falda larga del mismo tono.

Luego de esa pequeña charla, ella se puso de pie para comenzar a limpiar la mesa (que luego vi vestida con un mantel verde con cuadros blancos) de las migas, mientras yo me alejé en dirección a la cocina para ir en busca de un vaso con agua para sobrellevar la evidente emoción que sentía, la cual ya no podía disimular. En el acto de abrir la puerta del mueble, y mientras Pablo le daba el respectivo servicio a los invitados, me topo con mi tío Félix, vestido con una polera verde opaco (que seguramente relacione a una que tengo yo), quien me pregunta sonriente, con su característica forma simpática, segura y cercana "¿estái emocionao Felo?", a lo que respondo soltando el llanto sin aguantar más y abrazándolo fuertemente.







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De forma consciente, y no se si a modo de moraleja, puedo concluir que el triunfo no es más que un lapso que se traduce en el esfuerzo que hubo para conseguir algo físicamente momentáneo pero eterno y trascendente, en base a disponer y gastar tus recursos del instante en eso que durará por siempre.


Gracias por leer.





(Miércoles 18 de Septiembre del 2019).





jueves, 24 de enero de 2019

No dejes que el presente se te vaya como ayer, pensando en mañana.


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Ser un ladrón y robarte.

Con mirarte aprendí bastante.
Por ejemplo,
Que me hace mal quedarme más de un instante
contemplando una obra de arte.



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lunes, 17 de diciembre de 2018

Entrevista a la Brainztorming en radio Eclipse FM (10 Julio 2018)

Al mismo tiempo que yo fui invitado a la radio Mix Manía, mi hermano DJ con el que llevamos trabajando varios años ya, era entrevistado en la radio Eclipse Fm, una radio comunal de la municipalidad de Quilicura, Chile. En esa ocasión, DJ Lil Raider decretó una segunda invitación a dicha radio, la cual se concretó dos meses más tarde, en Julio de este año.

Para dicha instancia, creímos que lo más apropiado era asistir con nuestro grupo, Delabreinz, ya que para ese tiempo habíamos logrado consumar un grupo solido al cual acababan de unirse Amabless (canto) y Lecruzes (fotografía), y por ende estábamos trabajando fuertemente en nuestra puesta en escena, juntándonos con recurrencia a musiquear y ensayar, y consolidando shows bien buenos en La Casa del Sol y teloneando a Cevladé.

La pasamos muy bien! Pero aparte de disfrutarlo mucho y dedicamos a ser nosotros mismos, utilizamos la plataforma para transmitir pura vibra alta, dejar un mensaje positivo para todo el que pudiera oír, y hablar también de nuestras vidas, nuestros trayectos y proyectos,  y obviamente, de nuestra proyección musical como banda.

Algunos de los puntos que tocamos fueron nuestros trabajos discográficos del pasado con Certera Efikazia y El Libro, tabus en la escena, la vida musical, nuestros entrenamientos y formas de vivir el arte, y lo que planificamos para el futuro equilibrando mente y alma... A demás de un par de sorpresas en vivo.

Puedes disfrutar esta entretenida entrevista directo desde acá:





SI NO PUEDES VER EL VIDEO, PINCHA AQUÍ!

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Desde ya muchas gracias a todas las personas que acompañaron la transmisión en vivo, que nos mandaron su vibra a través de los mensajes, a los que tuvieron la hermosa voluntad de sorprendernos llamando al programa para saludarnos, y a los que hasta hoy siguen viendo el video!

Gracias por su energía!
Y gracias a toda la crew por ser parte de este lindo trayecto junto a mi.

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No se olviden de escuchar nuestra música en Spotify, haciendo click AQUÍ.
Y de oír nuestro podcast también en Spotify, haciendo click AQUÍ. 

Acá otros medios de contacto:

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Gracias!


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RESCATE DEL PASADO

(Para ella)

Hoy soñé que entraba a tu casa sin permiso  -que en realidad correspondía más a la estructura que tiene la antigua casa donde crecí-. Entraba en tu búsqueda, sintiendo que debía rescatarte, y con algo de temor, experimentando una leve pero constante inseguridad.

Al entrar, veía tu habitación como nunca antes la vi; con dos camas más bien pequeñas en vez de la tuya (como si fuese un cuarto de hospital), en un espacio distinto, que no pertenecía necesariamente a tu espacio (aunque si lo pienso, y limpio un poco la escena, puede que se acerque un tanto), ni a alguna pieza de la casa de mi abuela. Había poca luz y contraste, todo era gris y nublado. Tu cama estaba desordenada (lo que era lo menos raro) pero me generaba una extraña sensación de peso y oscuridad que nunca sentí en tu habitación (y que al contrario, quizás si haya sentido en algún momento en alguna de las habitaciones más descuidadas de la casa en la que crecí).

Tu no estabas en tu habitación, y yo me dediqué a contemplar la descuidada y fatigosa escena parado frente a ambas camas, mientras susurraba palabras conmigo mismo (que no recuerdo, pero aludían al desorden y al tiempo), con una continua sensación de preocupación por el poco tiempo –o algo así-, sin tocar ni buscar nada en especial. En eso sentí una presencia acercarse, pensé que eras tu, pero en realidad era la persona que, al parecer, compartía el cuarto contigo; una mujer linda, de piel muy clara (que contrastaba con el tinte de la escena), vestida de blanco y con pantalón azul claro, de pelo rubio hasta los hombros y algo desordenado, de contextura gruesa, y que hablaba un perfecto inglés –English Toffee-.  Cuando llegó no me preocupé por que me viera, sólo me dediqué a hablar con ella... Por lo que recuerdo, la saludé amablemente, y ella me contestó sin parecer alarmada tampoco por mi presencia, de hecho, se sentó en su cama con la espalda a la pared, reposando su pierna izquierda doblada sobre el costado arriba de la cama y la otra apoyada al piso, mientras comía un snack.

La mujer me habló largas y relajadas oraciones en aquel perfecto y armonioso Ingles, que en el momento no pude comprender a cabalidad por mi ignorancia, a pesar de prestarle mucha atención y rescatar algún sentido que ahora no recuerdo con exactitud, a lo que yo respondía como siempre lo hago en esas situaciones; defendiéndome con el escaso vocabulario que poseo, diciéndole –por lo que recuerdo- en un tono también muy relajado (pero algo tosco y tartamudeante), que iba en tu búsqueda, que mi fin era rescatarte, y que te quería (referido al cariño, no al poseer). Después de algunos minutos de dialogo algo infructuoso (básicamente porque no recuerdo, pero quizás el contenido era bien trascendental), sentí otra presencia venir, y ahora si eras tu. Estabas vestida con tu típica chaqueta negra de cuero (sentí que venías como de carretear, pero era extraño, como esas salidas esporádicas que le dan a los presos. Percibí una mínima sensación de descuido en ti a pesar de que te recuerdo bien arreglada –como siempre que usas esa chaqueta-, algo no encajaba al 100% en ti), no recuerdo otro detalle más que ese y tu bonito tomate sobre la cabeza. Recuerdo que expresaste una vibra de molestia hacia mi existencia, pero aunque me hiciste sentir corporalmente tu desagrado, te quedaste ahí, sin insultarme ni odiarme pero si rechazando mi presencia.

Nunca me miraste a los ojos, al menos no recuerdo haberte tenido de frente, sólo observé tus lindas mejillas de herencia materna de costado (como evitando que viera algo nuevo en tu cara) y al momento en que te daba la espalda me mirabas (con una mirada entre que de preocupación y enojo, con esas cejas algo levantadas que lo expresan todo) –pude comprobarlo de reojo-, sobretodo en los lapsos en donde me seguías. Tampoco te acercaste mucho a mi en esos momentos; no nos tocamos, no nos abrazamos, y mucho menos hubieron besos de por medio, simplemente hubo un reencuentro ingrato, lo cual nunca me incomodó.

Mi objetivo continuaba siendo el sacarte de aquel lugar, no se por qué, pero siempre estuve enfocado en comunicarte eso, sintiendo tu inseguridad y una suerte de peligro hacia tu persona. Finalmente accediste a salir conmigo -la verdad no hubo resistencia- a lo que la otra mujer nunca se negó de ninguna forma. Te guíe por unos pasillos (con una pistola gris opaca -de esas cuadradas- que de pronto apareció en mi mano derecha –que quizás recuerde haber tomado desde abajo de tu cama- y que valga decir, nunca use para amenazar ni disparar, ni a ti ni a nadie... Al contrario, siempre la miré con extrañeza).

En el camino nunca nos topamos con nadie, pero aun así caminamos con sigilo por aquellos pasillos (semejantes a los de la casa de mi abuela) ocultándonos por si había alguien... Tu atrás mío, siempre diciéndome algo –no recuerdo qué cosas, pero con un tono medio pesado, manifestando seguramente alguna “contrariedad”-, de igual forma siguiéndome sin negarte. Al final llegamos hasta una reja, muy igual a la que divide aquella casa con la de los vecinos en Maipú; una valla negra de metal, con puntas en su parte superior, pero a diferencia, no estaban colocadas sobre un trozo de pared que dividiera ambos recintos, si no que partía desde el mismo suelo, dejando entrever hermosas flores magenta que daban vida en el jardín de al lado, seguramente eran una suerte de Bougainvilleas pero que venían desde el piso, y que tenían también en su mayoría un frondoso grupo de hojas verdes que de vez en vez las ocultaban.

En esta escena había mucha luz y aire; era de día, había sol, y entre el jardín donde estábamos y el que lográbamos ver había mucha vida, completamente distinto a lo que percibía en la primera habitación. Recuerdo haber visto rayos lumínicos pasar por sobre la reja, iluminando con sus destellos los latones que cubren la división hacia la calle, el cual era en sus detalles muy muy similar al jardín que oculta dentro aquella casa en la que crecí. Pero a pesar de la significativa, melancólica y simbólica paz que siempre ha expresado esa imagen para mi, en el sueño nunca cambió el sentimiento de inseguridad que nos llevo a llegar a ese lugar, por lo que apresurándome puse algo parecido a una alfombra en los picos de la reja para no dañarnos al saltar por ella hasta la casa de los vecinos, luego repitiendo el proceso hasta la calle (que era la misma calle y entorno pertenecientes a la vivienda real).



En ese lapso, entre saltar y ayudarte a pasar, perdí el arma entre las plantas y flores, pero entre que tu me apurabas (esta vez con un ánimo más “empático”, de camaradería) y el poco tiempo para por fin huir, no encontré la pistola, hecho que sólo me preocupó un momento, ya que luego sentí con gran profundidad que la verdad nunca la necesité y menos en ese momento. Ahí me dispuse a seguir y continuar con nuestra huída, me paré del piso, y justo en el momento en que al fin nos vimos de frente, desperté.



(Miércoles 28 de Noviembre del 2018)

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martes, 28 de agosto de 2018

Somos

Oye, tu y yo somos arte, arte vivo, arte del que no muere nunca... sin importar la distancia entre nuestros vehículos, o lo mucho que disfruten separándonos estas mentes predadoras.
Somos una eterna aventura vibratoria.



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domingo, 15 de julio de 2018

Namastè (single 2018) - "Tranquilo, ellos vienen conmigo"

El jueves 21 de Junio solté al mundo la canción Namastè, tercer single del álbum Amanecer, el cual hoy expongo en detalle en esta entrada.






El Contexto

Luego de un lapso de mucho vaivén, me decidí a escuchar la voz interna para finalmente soltar sin más este track, el cual guardé celosamente desde el mismo año en que, en un principio, saldría al aire mi segundo proyecto solista larga duración antes mencionado (2015), el cual por muchos "bailes de la vida" se fue aplazando cada vez más, hasta definitivamente, perder la noción de un plazo determinado o proyección temporal para su lanzamiento.

Namastè es un acto de reconocimiento. La respuesta a este tiempo tormentoso con el regalo que está a mi alcance para la vida. Honesto siempre, ya que el mismo punto en el que me encuentro refleja todo lo que la canción refleja.

Fotografías "Session NAMASTÈ" por Luis Cruz y Felo DeFoe - 4310Label 2018


Más allá del ahora, Namastè me remonta a un contexto muy especial de mi vida, en el cual comenzó a materializarse ese gradual -muy muy gradual- camino al sentirme un ser más despierto y consciente del todo lo que somos, y por ende, a cambiar mi perspectiva personal de vida. Acá comenzó a gestarse el entendimiento de aquello que me destruía; lo que son mis demonios, mi ego, y todo aquel miedo creado de mi para mi, para comenzar a dominar mi mente entendiendo el absoluto poder que reside en ella. Vale decir también, que este lapso se proyecta en conjunto con la creación en transcurso del disco Amanecer, por lo mismo el lanzamiento de este se ha ido aplazando tanto, y es que cada canción es un reflejo de lo que va ocurriendo dentro mío.

 Así pues, a través del Namastè materializo aquel importante acto de Dar y de Agradecer, ejercicios que son para mi, lo básico a saber y aplicar en este entender consciente del Ser interno reflectando constantemente hacia el exterior.








El Dar y el Agradecer

Comprendo el Dar y el Agradecer como dos conceptos primordiales en el camino evolutivo, ya que por una parte está el Dar más de lo que pides, como acto de entrega en todo momento; desde regalar algo -físico, material- a alguien (acto de desprendimiento), hasta simplemente regalar un momento para oír, una sonrisa pura, o una mirada honesta. Por el otro lado está el Agradecer, que es también dar en si. Dar gracias por el aquí y el ahora entendiendo que todo está bien, porque al final todo es un mensaje que surge desde nuestro interior hacia el exterior. Agradecer al todo por el todo; desde la alegría del buen momento, hasta la enseñanza que nos deja el malo, etc. Dar y Agradecer, en conclusión, son un acto de amor al todo, a pesar de que en su simpleza muchas veces lo olvidemos.

Justamente la idea principal de Namastè surge de la necesidad básica de expresar amor y de agradecer el cariño y soporte de las personas para mantener mis sueños intactos por el camino que estoy creando. Mi Mamá y la familia completa, que siempre se interesa por saber en lo que estoy, tratando de verlo todo desde mis ojos para entenderme y quererme a pesar de los prejuicios que puedan tener; los amigos y hermanos que han estado conmigo en todas, entregándome sus consejos honestos y apoyo energético siempre; y a todo aquel hermano artista que aparece por vibración y va sumándose en el trayecto.



El Nombre y su Simbolismo

El nombre de Namastè fue adoptado desde un popular acto de gratitud que se acompaña con un gesto de manos muy característico (mudra), utilizado principalmente en culturas hindúes, y que visto de forma sencilla es sólo un saludo. Pero su simbolismo es realmente mucho más amplio y profundo que eso; pues expresa empatía -empate, equidad-, es reconocimiento, es conexión mutua, es altruismo al dar; es abrirse a un intercambio honesto de energía que declara que tu y yo somos exactamente lo mismo; una magna creación.

En definitiva, puedo concluir que Namastè es el concretar de algo que refleja lo que está pasando ahora. Todo aquello que se mueve dentro mío y mueve mi vehículo para expresar con total honestidad y energía todo lo que precise como necesario... A mi manera! Quizás también cerrando con este número perfecto (3) un pequeño ciclo creativo que se transforma a su vez en la apertura a uno nuevo que recién está comenzando; Da Vinci, disco de corta duración que se proyecta para fines de Noviembre - principios de Diciembre de este año.



En Cuanto al Arte

Debía expresar de forma visual que Namastè es conceptualmente todo lo ya descrito; la lucha por domar mi ego y mis demonios, el comenzar algo nuevo a través del cerrar un tramo con un gran agradecer, y decirles a todos que en definitiva da igual las diferencias que la mente, el conocimiento, o la época nos ponga, porque somos lo mismo, nadie exacto ni nadie extremo, sólo lo mismo... parte esencial de lo mismo.

Proyectamos luego de varias reuniones creativas junto a toda Delabreinz, el expresar la continuación de una idea que yo ya traía desde la creación de Aeme (tema con Do Zofex del cuál pronto lanzaremos videoclip), donde peleo con mis demonios, pero ahora desde la perspectiva de la evolución a través del dominio, generando "empate" con ellos y la buena vibra expresada hacia lo exterior, todo bajo el slogan "tranquilos, ellos vienen conmigo".

La banca terminó reflejando perfecto el hecho de que "venimos caminando, vamos a tomar un descanso, pero vamos a avanzar" proyectando tranquilidad y comodidad sobre todo, y también dando una sensación de relajo, simpleza y buena vibra.

Las flores representan el afloramiento en las alturas, y a su vez también el desprendimiento por sus pétalos caídos. Su nombre es Bugambilia y fue seleccionada primero, por el simbolismo, ya que me rememora fuertemente a mi abuela, mujer que amo y de la cual solo escucho magia, y honestamente también a mi última pareja, mujer de la que igualmente aprendí mucho de la vida, de las personas, y de mi... proceso que fue muy necesario para crecer de forma más sabia y emocionalmente (no olvidemos que Namastè es agradecimiento al todo). Por otro lado, el color me pareció un potente elemento para esta simple imagen que busca la expresión a través de los detalles, contrastando perfecto ese magenta fuerte y vibrante con el cian de la chaqueta y el blanco del total.


La expresión de los "demonios" debía ser un poco más descuidada y hostil (no olvidemos que dominados o no, siguen siendo demonios). Me refiero como demonios a todo aquello que se genera en la misma cabeza; el mal humor, la mala vibra, el miedo, la ansiedad, la melancolía, los pensamientos trágicos, la comparación, la competición, etc... cosas que al final yo decido crear en ayuda con el tremendo poder de la misma mente. Siempre recuerdo las frases de Don Juan (libros de Carlos Castañeda) explicándole al autor que el Guerrero siempre actúa de forma impecable. Innegablemente todos tenemos una pequeña carga del otro extremo de la energía en nosotros, pero se utiliza y no al revés, (de ahí viene el Yin-Yang), por lo mismo yo comparo la relación con mis demonios a algo que aprendí con la que yo tengo con mi perro; Martina. Debo hacerlos aprender a que yo mando, que yo los saco al parque a mear y decido yo cuando vuelven.  ¿Y que yo es ese?, el ego que siempre recuerda que debe actuar de forma impecable.


La Fotografía 

La sesión fotográfica fue sencilla, puesto que intentamos optimizar nuestros recursos usando lo que había; luz natural, elementos del ambiente y nuestra creatividad. Con estas buscamos representar el trayecto hasta el banco en donde todo se calma, utilizando la figura predominante de los demonios a través de mucho movimiento y caos, contrastando absolutamente con la limpieza y el dominio de la imagen final.

Ya lo sabes, si aun dejo ver a mis demonios, te digo; "Tranquilo, ellos vienen conmigo".


E S C U C H A  N A M A S T È
El tercer single del disco Amanecer, con la participación en el beat de mi hermano Garphyest, desde YouTube, Spotify, iTunes, Soundcloud, y todas las plataformas de reproducción digital.







Agradecimientos especiales a todos los que de una u otra forma participaron en este proyecto y lanzamiento. Sobretodo a Duhis por la sesión fotográfica expuesta en parte en esta entrada, y a Garphyest por el apaño con todo.

Namastè
Letra por Dheiking
Beat por Garphyest
Arreglos por Dheiking
Producción por 4310 Label
Fotografía por Luis Cruz
Arte por Felo Defoe


Toda la sesión fotográfica de Luis Cruz a.k.a Duhis, la puedes ver A C Á! 


Escucha el resto de mis canciones, y todo lo nuevo que se viene, aquí:




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Más de mi en:








miércoles, 2 de mayo de 2018

Entrevista Dheiking - Radio Mix Manía (10-04-2018)

He podido comprobar que la acción con voluntad, cualquiera que sea, siempre será un pequeño granito para otra desconocida futura acción que beneficiará tu carrera y traerá satisfacción.

Así fue como al bajarnos del escenario de uno de los eventos a los que asistimos en Marzo junto a DJ Lil Raider, nos pilló una muchacha que nos invitó a una entrevista al programa R2 Bless Music, de la Radio Mix Manía. Hecho que se concretó el pasado 10 de Abril.

Esta fue una oportunidad increíble para contar mi historia, hablar sobre mis proyectos, y sobretodo dar un mensaje que ojalá remeciera las cabezas de las personas que estuvieran escuchando.

Aquí abajo puedes oír la entrevista completa y enterarte de los detalles de la creación de El Libro y La Bohème, de que está pasando con el Amanecer, lo que estamos haciendo con la Brainztorming, y todos los proyectos nuevos que se están gestando y se harán!



Desde ya muy agradecido de todo aquél que se de el tiempo de oír y apreciar, de entender, y de compartir este material si le parece útil.

Gracias por su energía!

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Contactos:

Radio Mix Manía 
Programa R2 Bless Music 

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No te olvides de buscarme como Dheiking y Brainztorming en Spotify y todas las redes!


lunes, 26 de marzo de 2018

Ahora y siempre mi Ahora

Irónicamente, ahora se que siempre en mi vida todo ha sido ahora, y ese ahora es todo lo que tengo y lo que he tenido siempre.


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jueves, 22 de marzo de 2018

Flor y Fruta

Cuando niño entendí la diferencia entre prostituta y puta. Ahora entiendo también la de entre flor y fruta.



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domingo, 11 de febrero de 2018

viernes, 3 de noviembre de 2017

Letra: Muerte (Brainztorming)


[Dheiking]
 
Bienvenidos, celebren el hecho que ya respiro
que estoy aprendiendo de percepciones y sentido
que he venido sin motivo ni saber,
que sólo se que soy un ser de piel, que me puede doler
 
Que voy a crecer haciendo y sólo por hacer
llegar hasta un punto en que no quiero aprender
en que no quiero que me quieran por que quiero quererme
por que a lo que llaman vida yo la encuentro inerte
 
¿Estoy muerto?, ¿o vivo?, no se
gestándome consciente, 

caminando sin motivo, sin recuerdo aparente
yo no aparenté; fui, c
recí, y así llegue aquí
 
En piloto automático camine sin rumbo
no sabía de camino sólo hasta que vi el mundo,
fluir ya no me sirve, me enseñaron a ser cuerdo
aunque no quiero serlo, si no pienso me hundo
 
Hasta que casi por accidente;
deje la pista correr, deteniendo la mente
y este punto se hizo linea, las pupilas contraídas
abrí de par en par los ojos como las cortinas
 
 
Como las flores florecen, como el día amanece;
cambié de piel, dejé la fe, el corazón se hizo fuerte,
la razón de todo el modo fue amor, de ser consciente
mi meta está en metamorfosis, el razonamiento miente
 
La sed se despierta,
mi poder es el yo puedo, acá la magia no es verdad
mi plan es el A, no existe nada más
me quedaré un tiempo a contemplar en soledad.
 
Hablaré con las estrellas,
subir, asumir, sumirme en mi universo que me espera
forjaré mi verdad y espero morir intentando
seguiré mi instinto virgen para no asesinarlo, pago el saldo
 
El destino es quien viene a cobrar
no es caminar por caminar, ni es egoísta el final
el sol brilla cuando debe brillar, así nada más
de más, la respuesta a tu pregunta tendrás (algún día)
 
Y captarás el detalle,
no hay deuda que no se cumpla ni tiempo que no se apague
el agua brota y sigue su curso naturalmente eminente
nací de tu mente y moriré el día que no me recuerdes.
 
 
 
 
[Garphyest]
 
Bienvenidos, celebren que ya no vivo,
es mi último segundo en el mundo y difícilmente vuelva a recordarlo,
la luz al final del túnel me está llamando,
maestros del más allá quieren conmigo conversar
 
¿No se si pagué mis pecados? y con cuantos de ellos, he vuelto a la par,
se acabó la película pero aún no consigo final,
me quedaré un tiempo a contemplar la soledad,
a visitar al sol y darle un beso a la luna
 
Si se fugan los sentimientos,
espero contenerlos en mi renacimiento,
otorgarle libertad a mi alma para que se conozca a través de los ojos de los demás,
y en esencia,  ser la trascendencia de mi existencia
 
Que cada palabra tome consistencia en un acto real
la razón de todo modo fue soñar, ¿hasta donde puedo llegar?
que es el mar sino un montón de gotas que quieren evolucionar,
sentimientos de libertad


Me hacen antagonista a esta realidad,

cuando el filo hedonista corta las aristas del contacto social,
la pregunta es; ¿cuantas deudas quedan por saldar?,
si la brújula se pierde, ¿entonces la fe en Dios también?
 
Aferrarse a la piel como seres sensibles, tal vez,
nuestro lado mas animal, carnal, no lo tomes a mal
pero todo principio tiene su final en forma de espiral,
la vuelta tarde o temprano ¡ha de llegar!
 
La música es mi redención, en esta tercera dimensión,
en tal o cual punto aun disto mucho de la perfección,
por eso trataré de sacar las capas que cubren de lúgubre a este hombre

¿la única importancia de una obra de arte?, es que puede ser realizada,
 

Ambigüedad reflejada en esta esfera,
la luz se convierte en sombra y viceversa,
cuando dejes el planeta
contigo conversa.


Tema: Muerte
Letra: Garphyest y Dheiking (Brainztorming)
Producido: Garphyest 
Año: 2013