- B I E N V E N I D O S -



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lunes, 30 de agosto de 2010

NO SE

No se, algunas veces creo que no tengo días propios, que me faltan esos momentos intimos.
A veces me siento como en una vida de otro, sentado mirando la tele, el pc, escribiendo, contestando el teléfono cuando no quiero solo para querer colgarlo rápido y desconectarlo, casi caminando por obligación.

Quiero Grabar mis temas, quiero respirar ese aire, quiero pintar... quiero simplemente no hacer nada por el gusto de hacerlo. Sin tener que dar una explicación. Que mi flojera o mi deliciosa pereza sea simplemente mía, y que no tenga un por qué ni un para qué... que simplemente fluya mientras miro, observo y pienso la infinita nada.

Quiero escribir mis letras, quiero rapearlas... quiero ponerles música. Quiero hacer mis problemas música. Quiero hacer sonido del llanto. Poner el oído en el susurro del viento sin tener que explicar lo que hago, y como lo hago... No se.

No se no se, de verdad que no se... de vez en vez siento que el tiempo jamás me acompaña, que a mi reloj le faltan horas... y que le faltan justo aquellas horas mas importantes. Aquellas horas que son mías. y solo mías, solo mías.

No se, no quiero dar explicaciones, eso es lo único que se... no quiero que mi libertad se trasforme en mi cárcel a ratos. Puedo tolerar perfectamente que mi alegría sea llanto, pero no que mi libertad me aprese por un segundo que sea. Quiero que todo funcione... que las herramientas no sean desaprovechadas, y si lee esto aquel ser que se burla de mi, si alguien por ahí le enseñó a leer... su virgen y penetrada madre o su padre con alas blancas sabe, yo no se.... que lea entonces con delicadeza y sutileza, así como yo la escribo.

¿Es tan difícil pedir que simplemente fluya el agua en las montañas? No se.

viernes, 27 de agosto de 2010

FUERZA MINEROS (33)


Les debía una explicación por un tema que en realidad no creí tan importante, pero la verdad es que si lo fue. Sobretodo si por algo tan tonto se crea una opinión equivoca.

Hace algunos días publiqué un afiche en apoyo a los "33" mineros atrapados en la mina San José (Chile), hace más o menos 20 días atrás. El tema es que en aquel trabajo di fuerzas y animo a "32" personas, lo cual fue un error tipográfico, nada y absolutamente nada que tenga una doble lectura o doble intencionalidad.

Explico esto ya que tanto dentro de Chile e internacionalmente se ha entendido que mi equivoca excepción, tiene que ver con un tema racial, por que como todos sabemos dentro de la mina no solo se encuentran atrapadas personas de nacionalidad Chilena, si no que también se encuentra un hermano Boliviano. Pensamiento y opinión que a mi parecer es completamente irracional, pues a nadie que le falte inteligencia (a menos que sea Nazi, o me creyera algo parecido) jacta de su propia fe y buena voluntad a un ser humano, de una situación como la que estos "33" luchadores conllevan con tanta calma y serenidad.

Aclaro que pude haber solucionado el problema de inmediato, retirando el afiche e insertando la corrección de este, pero por motivos de salud no pude cumplir con aquél cometido. Dicho sea de paso, me disculpo de antemano con cualquier persona que se haya sentido pasada a llevar, o discriminado(a) de igual manera por el hecho, que repito: "fue un error tipográfico, y no de mala fe, de doble lectura ni mucho menos racial" y agradezco también a las voces que me hicieron llegar el tremendo mal entendido.


Atentamente, Félix G. Neira (Dheiking).


viernes, 20 de agosto de 2010

ANCIANOS CREYENTES

El otro día tenia muchas ganas de escuchar música mientras miraba el paisaje, y le cedí con una obvia amabilidad el asiento (al cual le llegaba sombra) a una anciana que se acercaba, para sentarme del lado del sol. Por lo cual, ella me sonrió y me dijo gracias ( supongo. Traía la música tan fuerte que acudí a leerle los labios).

Pensé que era casi seguro que me metiera conversa, y rogué a "Dios" que no pasara, y por lo visto le supliqué al personaje equivocado, por que luego de un rato sucedió tal cual lo imaginé.

Después de decirme varias cosas, entre conversa y conversa me regalo un papelito, "que diablos", pensé yo. Era algo de un instructivo para un viaje espiritual de una iglesia mormona, pensé en botarlo por la ventana y decirle que no soy creyente, por lo menos a su manera. Pero algo en el interior de pronto me hizo pensar: "¿quien soy yo para limitar, y/o cuestionar la fe y la esperanza de los demás?" ¡Absolutamente nadie!

Pienso que toda persona tiene derecho a creer y a entender la vida de la manera que mejor pueda, que cualquiera puede olvidar sus problemas, a través de esperanzas bien o mal fundadas mientras no dañe a nadie cegando sus ojos, más que a ella misma, no habría por que debatir o discutir acerca de ese tema que tanta alegría le da y que tanta pena le hace olvidar.

¿Habría motivo alguno para abatir su felicidad y paz interior, solo por capricho o maldad de hacerlo, sabiendo que todos somos kamikazes de nuestra propia vida y de la manera en que la vivimos?

sábado, 14 de agosto de 2010

FUERZA MINEROS

Acá una ilustración que hice para apoyar gráficamente a los 32 mineros que llevan ya 10 días atrapados en el derrumbe ocurrido el 5 de Agosto a las 14:30 Hrs. en la mina san José en la localidad de Copiapo.

Toda mi fuerza y fe para ellos y sus familiares, espero de corazón que salgan desde la tierra estos 32 trabajadores. Algún día ojalá se logre tener mejor calidad laboral, se ve bastante difícil.

Tengo la remota "esperanza" (no se si llamarlo así), de que algún día la risa en la cara del presidente se desdibujará, y comience entonces a hacer cosas enserio.

miércoles, 11 de agosto de 2010

La realidad.

Últimamente he estado leyendo bastante. En estos momentos leo (por segunda vez) "El hombre en busca del sentido" de Viktor Frankl, uno de los padres del psicoanálisis junto con Freud.

Hay un especial párrafo del libro el cual me llamo mucho la atención, ya que representa fielmente lo que es nuestra realidad como presos. Presos de un trabajo, de una universidad, de un colegio, de nuestra familia, de nuestros temores, de nuestras adicciones; de nosotros mismos, o simplemente del sistema en el que nos vemos sumidos.

Dice: "Nunca olvidaré una noche que me despertaron los gemidos de un prisionero amigo, que se agitaba en sueños, obviamente victima de una horrible pesadilla. Dado que desde siempre me he sentido especialmente dolorido por aquellas personas que padecen pesadillas angustiosas, quise despertar al pobre hombre. Y de pronto retiré la mano que estaba a punto de sacudirle, asustado de lo que iba a hacer. Comprendí en seguida de una forma vivida, que ningún sueño, por horrible que sea, podía ser tan malo como la realidad."